El debate

 Hace un tiempo tuve un debate en clase con mis alumnos sobre el dinero.

 No estaba muy ilusionado porque apenas había podido preparar nada; de hecho, fue un poco improvisado, pero la verdad es que me lo pasé bien. Como quiera que los alumnos que tenía entonces eran mayores de edad, el tema les era más familiar que para los adolescentes, si bien es obvio que nadie es ajeno al dinero.

 Empecé preguntando si era posible vivir sin usar el dinero. Los alumnos fueron rotundos: "no". Les comenté que en Alemania existía una mujer que había logrado vivir sin usar el dinero. Cambiaba su tiempo por aquello que le interesaba. Por ejemplo: cuidaba a los niños de alguien y a cambio recibía una entrada de cine o de teatro. Es una historia que vi en un libro de texto de la Escuela de Idiomas. Ciertamente, era un sistema de trueque moderno que pocas personas podrían llevar adelante. Mencioné también en ese momento el Banco del Tiempo. A algunos de los alumnos les era familiar.

 Después pregunté por la frase "Cuanto más tienes, más deseas". Todos parecían de acuerdo con esta afirmación. Un alumno, llamémosle Alberto, decía que cuanto más ganas, más gastas; si alguien tiene 800€ se gastará esos 800€, pero si tiene 1.000€ se gastará más dinero. Ahí quise yo introducir el tema del ahorro, pues aunque pueda ser cierto -en la mayoría de casos- que mayor ingreso supone mayor gasto, podría ser también que pudiese haber más ahorro. Otro alumno, llamésmole Borja, se negó a aceptar esa posibilidad; el ahorro dependía de cada uno, de su personalidad.

 Al poco salío a colación uno de los conceptos más queridos por mí: "inversión". Fue un tercer alumno, Cristobal, el que mencionó la palabra. "¿Qué entiendes tú por inversión?", le pregunté para animarlo a continuar. "Es poner dinero en un banco para que te dé más dinero", fue su respuesta.

 Quedé un poco decepcionado con el concepto que tenía Cristobal de la inversión. Sin embargo, eso me animó a comentarles algunos detalles de la inversión en renta fija que podrían serles útil en el día a día. Recordé, por otra parte, que este alumno trabajaba en sus ratos libres como "mistery shopper", mas no salió el tema y me quedé con las ganas de saber más de cómo era ese trabajo en la práctica. Quiero decir, sé lo que es un mistery shopper, pero me hubiera gustado que explicase a la clase los pormenores de dicha labor remunerada.

 Volviendo a la renta fija: les expliqué cómo era un depósito o plazo fijo, qué interés daban ahora mismo y por qué era tan bajo. Una alumna, Diana, se atrevió a comentar cuando Cristobal sacó a colación la deuda pública. También Borja intervino cuando surgió el bono a 10 años español en el debate.

 Les expliqué que el Bono español a 10 años ahora mismo se pagaba a menos del 2% (en el momento en el que se hizo el debate), y que gracias a su referenciación al Bund alemán teníamos la famosa Prima de Riesgo, la diferencia entre ambas rentabilidades. Les pregunté entonces qué bono les parecía más rentable. Diana, Borja y Alberto defendían que el Bund; "yo prefiero invertir en Alemania, que es más seguro". Cristobal dijo el Bono. Como sabemos, Cristobal estaba en lo cierto; la razón, como les dije, era porque la rentabilidad era mayor en el caso del Bono, ahora bien, también era más arriesgado.

 Cristobal y Alberto se preguntaron si eso era seguro; Borja creía que no tanto en el caso de España, podría quebrar y perderse todo el dinero. Le corregí en parte: era muy difícil que España quebrara (no tanto en realidad, pero seamos optimistas), pero sí podría darse una quita (a día de hoy lo veo improbable).

 Hubo tiempo además para hablar de inflación y deflación. Me ayudé del ejemplo de los chicles para explicar cómo el precio de algunos productos había subido. Según su profesor de Economía, con el cual me llevo muy bien, algunas cosas básicas se habían encarecido mucho; les hice saber la opinión de mi compañero de profesión. "No así en el caso de la vivienda, que sufrimos una burbuja", maticé. Esto me llevó a comentarle la existencia de un vídeo en Youtube que trataba el tema de forma muy amena: Españistán; de este vídeo y su autor ya hablé hace unos meses.

 A pesar de que no lo tenía pensado sacar a colación, me animé a hablar del impacto del Brent en la economía de cada uno. Les expliqué la relación entre el precio del barril Brent y el precio de los carburantes en las gasolineras. Por supuesto, les comenté el Efecto Lunes (los precios bajan ese día de la semana de manera sistemática) y la Teoría del Cohete y de la Pluma (la gasolina sube como un cohete y baja como una pluma).

 Diana comentó, a raíz de estas palabras mías, que ella echaba gasolina antes los viernes, pero desde que les comenté -meses atrás- que los lunes era siempre más barata, ella había empezado a repostar ese día de la semana y había descubierto que era verdad. "Bien, he ayudado a una mujer. Mi vida ahora tiene sentido" manifesté lleno de alborozo. Fue sobreactuado y parcialmente falso, pero lo que dije me salió del alma porque estaba feliz de ver que había ayudado realmente a una alumna. Aunque sólo fuera un poco. Todo profesor disfruta cuando ayuda de verdad a un alumno (o al menos me gusta pensar que es así).

 
 No faltaron tampoco comentarios acerca de la relación entre dinero y felicidad. Ni anécdotas interesantes: por ejemplo, Borja comentó que su padre logró comprar una televisión por 1 euro. Resulta que su padre se compró un televisor de unas 50 pulgadas por 2.000€; ahora bien, por 1 euro más podía comprarse "una de las pequeñas" (38 pulgadas; si eso es pequeña, ¿qué calificativo merecen las de 19 pulgadas?). El susodicho padre compró las dos. Al poco, la tele grande se estropeó y el progenitor pidió la devolución del dinero. Le devolvieron los 2.000€, mas la tienda se olvidó de reclamarle la otra tele (verdad que estaba pagada, 1 euro, pero es obvio también que iba dentro del pack junto con la tele grande). "Ahí está en mi casa, nadie la ha venido a reclamar", reía Borja al terminar de comentar la historia.

 "El dinero no es lo más importante, pero afecta a todo lo que es importante". Esta frase, sacada de "Padre Rico, Padre Pobre", fue la única alusión a Kiyosaki, aunque sin mencionar su nombre para nada. No dio tiempo ni iba yo preparado para darles a probar la pastilla roja, para sacarles de Matrix:

 

  Una cuestión interesante que planteó Borja fue por qué yo pensaba que a más estudios, más debía ganar una persona. No sé bien cuándo me oyó decir eso en clase, pero acepté el reto y respondí que yo hace años creía que era así, pero que en la actualidad pensaba diferente: un empresario podía tener pocos estudios y ganar mucho dinero.

 Me vino a la mente entonces cuando estuve trabajando un verano recogiendo pimientos. Me llamó la atención el tema de las corridas, que es donde se vende la materia prima en primera instancia. Recuerdo haber ido a dos, una el lunes y otra el viernes de la misma semana. El lunes el precio era de 42 céntimos el kilo, y el viernes de 29 céntimos. Lo puse como ejemplo de los vaivenes a los que se veían sometidos los agricultores, por no hablar de las inclemencias climatológicas, que en Murcia también existen, claro (sequía y lluvias torrenciales, sobre todo).

 Se habló de la necesidad de los impuestos, de los recortes, y también de formas de ganar dinero, aunque dio para poco. La clase se acabó: más de 45 minutos muy agradables, aunque faltaron muchas cosas por comentar. 

 Los últimos 5 minutos de clase, eso sí, se dedicaron a los planes de pensiones, donde les insistí que debían informarse de qué eran realmente los planes de pensiones, así como de su fiscalidad. Rescatar un plan de pensiones de golpe podía ser una muy mala idea.

 Como habréis notado, no se habló nada de ingreso pasivo, ni de Bolsa, ni de dividendos.

 En fin, para todo esto dio el debate que propuse hace ya tiempo.

 Espero que os haya gustado esta pequeña historia de mi vida como profesor.

Saludos y volveremos con las inversiones muy pronto.