lunes, 11 de enero de 2016

¡Es una niña!



 Dentro de unos meses sra. DR y yo vamos a tener una niña. Mi primogénita.

 Lo normal en estos casos es estar contento, y ciertamente lo estoy. No va a haber mejor noticia en 2016 para mí, anticipo. Sé que va a ser una niña muy querida por sus padres y por toda su familia.

 No obstante, es defecto en los padres, o al menos en mi caso, mirar por el futuro de sus retoños incluso cuando estos todavía no han nacido: cómo educarlos, cómo alimentarlos, lo que queremos que sean de mayores, etc.

 Sin duda alguna, cuando hablo de la Meta que me he propuesto, pienso en el dinero suficiente para mantener a 4 personas, y una de esas personas es mi futura hija. Quien más quien menos habrá entendido ya que en un futuro hablaré con mi hija sobre el dinero y sobre el ingreso pasivo; no hacerlo sería abocarla a la "carrera de la rata" y... ¿qué padre no quiere lo mejor para sus hijos?

 Con pesar he de admitir que no es lo mismo tener un niño que una niña, ni siquiera en temas económicos. Me explico:

 La gran diferencia está en que es más fácil para una mujer caer en la "carrera de la rata". Peor aún, ni siquiera llegar a dicha carrera. Recordemos que, incluso en pleno siglo XXI, una mujer puede ser ama de casa (y sólo ama de casa) durante toda su vida, sin tener que preocuparse nunca por el dinero. El marido puede encargarse de eso. Sinceramente, esta dependencia económica es un suicidio financiero e intelectual para una mujer. ¿Qué pasa si se trunca el matrimonio? ¿Qué pasa si se muere el marido? Una mujer que no sabe de dinero ni trabaja es presa fácil para timadores y maridos despóticos.

 Pero el caso anterior no es lo más común hoy día. El progreso (por así llamarlo) y la crisis hacen que la mujer, de por sí, busque trabajar, tener su propio dinero y ayudar en casa no sólo en las tareas domésticas. Es más, al saber lo que cuesta ganar el dinero, es más fácil que no sea una despilfarradora, si bien -como pasa a muchos hombres- la ausencia de educación financiera (cuando se da) lleva a comprar muchas cosas innecesarias y a meterse en préstamos e hipotecas que imposibilitan salir de la "carrera de las ratas".

 Será mi obligación como padre, por tanto, estimular a mi niña desde bien joven en el conocimiento de la importancia del dinero: el dinero esclaviza o libera, según el uso que se le dé. La educaré en la igualdad de género y le diré que nada ni nadie debe apartarla de la libertad: debe luchar por ella porque la otra opción es trabajar más de 35 años y/o hasta los 70 años, y quizás ella busque algo mejor.

 También quiero educarla en la discreción. No hay que decir cuánto se tiene, pues en España la envidia está muy extendida, y la gente que busca timarte se cuenta por millares.

 Por supuesto, la regla número 2 acerca del dinero será: nunca te fies de los bancos ni de nadie que quiera venderte algo. La primera regla, como ya he dejado entrever antes, es: el dinero debe liberarte, no esclavizarte.

 Espero que, además de las inquietudes que pueda tener en sus primeros años de vida, hasta la adultez, no sólo estén sacar buenas notas, tener muchos juguetes, que un chico concreto se fije en tí o qué vestido me pongo el sábado noche, sino también qué puede hacer para que en el futuro, cuando tenga 30, 40 o 50 años, el trabajo deje de ser una preocupación y pueda decir NO a cualquier persona que intente aprovecharse de ella.

 Porque ésa es otra: lo sinvergüenzas que son algunos jefes con sus empleadas. Acoso sexual, bajos salarios, horas extras no remuneradas, amenazas veladas para evitar que se queden embarazadas, faltas de respeto, no considerarlas para un ascenso merecido, etc.

 En resumen: en breve no deberé simplemente velar por el patrimonio familiar, sino también por los intereses del bien más preciado de mi casa: mi primogénita. Amor tendrá más que nadie, sus necesidades estarán perfectamente cubiertas y caprichos... tendrá algunos, pero no todos los que pida.

 La verdad es que lo considero el mayor desafío al que me voy a enfrentar en mi vida.

 Un saludo y suerte a aquellos que, como yo, ya están ejerciendo como padres educadores en la libertad financiera. 

11 comentarios:

  1. ¡Felicidades! Yo llevo tres mesecitos y la experiencia es increíble. Como a ti, me preocupa mucho la educación que recibirá y controlar la dirección en la que te empuja la sociedad y los medios.

    Un abrazo y que todo vaya muy bien.
    Czd.

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  2. Enhorabuena¡¡¡, que casualidad acabo de publicar una entrada sobre el gasto de un bebe y su influencia en la Independencia Financiera.
    Sin duda es un desafio, yo fui padre el 07/2014.
    saludos.

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  3. Enhorabuena por tu próxima paternidad ,mi hijo cumplirá en febrero 20 años le he enseñado todo lo que sé sobre libertad económica y ve como su padre desde los 50 años dejó de trabajar y vivimos muy bien,
    También tomamos decisiones de inversión juntos y para lo joven que es ya tiene una cartera que le dá 50 euros mensuales y eso que está estudiando cuando reinvierte los dividendos y ve que el año siguiente cobra más se anima y esa era mi intención como padre enseñarle lo que jamás le van a enseñar en la universidad.
    Enhorabuena por el blog,sé que lo vas a hacer muy bien como padre estoy totalmente convencido.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Perico: te envidio. Ojalá mi hija sea tan receptiva a la enseñanza sobre el dinero.

      Un abrazo.

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  4. Felicidades, bienvenidos al club de las pekes, llevo 2 meses y medio con la mía

    Eso sí te cambia la vida

    Respecto a los bancos...acaso hay que fiarse de las eléctricas, las aseguradoras o de las constructoras? Pues ni más ni menos...

    Un abrazo

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    1. Gracias. También por el consejo sobre eléctricas y demás.

      Un abrazo.

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  5. Enhorabuena. Yo tengo dos peques de uno y tres años recién cumplidos y es una experiencia única.

    Me ha gustado mucho tu enunciado sobre el dinero: puede liberarte o esclavizarte. Seguro que no se me olvida.

    Un abrazo

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  6. Felicidades!
    Joder, cómo metéis presión...jejejeje

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